DISEÑO HUMANO: LA LUNA: LA LUZ INDIRECTA DE LA SOMBRA

 

LA LUNA: LA LUZ INDIRECTA DE LA SOMBRA

Parecería difícil de creer en un cierto sentido y al mismo tiempo como siempre uno de pronto se da cuenta de algo que es: “como no me había dado cuenta si estaba ahí”, lo obvio que es que la Luna no siendo un planeta tenga una importancia en el desarrollo de nuestras vidas a todos los niveles que supera con creces el impacto que tiene en nuestra vida cualquier otro planeta.

No por su tamaño, porque en relación a cualquier planeta es pequeñísima pero en proporción a la distancia a la que se encuentra de la tierra, digamos que su tamaño y el impacto que tiene sobre nuestra vida y sobre nuestro campo gravitacional, (de hecho va adherida como satélite a nuestro campo gravitacional), no solo es incomparable, digamos que desde una perspectiva evolutiva sin la Luna el género humano no existiría.

Pero no solo el género humano, no existiría la vida biológica, no existiría la sexualidad, no existiría la genética, es decir no existiría la vida microbiana, no existiría la vida en el agua antes de poder aflorar en la tierra. Todo un proceso de metabolismo, es decir, todo lo que es el metabolismo de la Tierra, es decir, si la Tierra fuese realmente femenina, que lo es, digamos que la Luna lo que representa es su ciclo menstrual.

El ciclo biológico de las mujeres no deja de ser un reflejo del ciclo biológico de la Tierra, tanto si hablamos en términos de marea como si hablamos en términos climatológicos, como si hablamos de todo lo que son ciclos que afectan al metabolismo directo y elemental del planeta, de la vida biológica a escala planetaria, a los insectos, a las plantas, a todas las criaturas vivas.

Donde los seres humanos no somos nada más que otro tipo de bestias, otro tipo de animales y nada más, es decir, a la Luna no le importa mucho nuestro yo ni la realización de nuestro yo no como tal, igual que al Sol o a la evolución la vida de Alok no le importa, le importa la vida de la humanidad, la vida de Alok es importante para mí y luego puede tener más o menos valor para aquellos que tienen un contacto directo conmigo.

Y si a la evolución la Luna es simplemente un agente, tiene su función, y su función es gravitacional, y en su función mecánica ejerce la suficiente interferencia con la luz como para crear contraste, como para crear contraste y en ese contraste permitirnos ver el blanco y negro digamos de las cosas en una escala diferente a la que nos vamos habituando en nuestro maya humano, en nuestra realidad mundana y material siempre ligada a la supervivencia.

Pero veis, tanto en la naturaleza cíclica de la Luna, que cada mes se oscurece por completo y se ilumina por completo revelándonos los extremos de la luz y de la sombra en movimiento, donde ocasionalmente se produce ese eclipse donde la Luna tiene el poder incluso de anular, neutralizar, oscurecer, anteponerse a la luz del Sol, a la luz de ese objeto al que la humanidad ha estado adorando desde siempre.

Porque esencialmente el Sol representa el Yo, yo, yo, el ser humano es naturalmente y esencialmente egocéntrico y lo digo sin la menor connotación negativa en el sentido de que nuestra conciencia auto-reflectante funciona de ese modo como la parte de un holograma que tiene la capacidad de reflejar el todo a medida que toma conciencia plena de si misma y del propósito inherente a su ser.

Es decir de si misma no como una isla, no como algo separado, sino como algo perfectamente integrado en el todo, ese es el anhelo más profundo de todo ser humano porque es ahí donde reconocemos el valor intrínseco de haber nacido.

Pero ay.. es como si la Luna con esos eclipses, con esos extremos de llena y nueva nos quisiera iniciar a nuestra vanidad, a ver que hay un absoluto en la oscuridad, en la forma misma, y que si ese absoluto no viene respetado, bueno, pues el dicho de Salomón: vanidad, vanidad y todo es vanidad.

Al fin y al cabo incluso en el Diseño Humano cuando conoces tu diseño, cuando empiezas a vivir tu diseño, no es como ahh, y ahí esta tu ser, no.., comienzas a tomar conciencia de tu no-ser, a medida que esperas para responder, tomas conciencia de que hasta que punto estabas acostumbrado por hábito a hacer cualquier cosa con tal de no confrontar tus propias sombras, tus miedos, tus lagunas, tus supuestos.

La sombra, es fascinante, al fin y al cabo tomar conciencia de tu propia sombra es el único modo de transformar los centros sin definir de fuentes de condicionamiento a fuentes de sabiduría, a lugares a través de los cuales simplemente escaneamos todo aquello que ocurre en nuestra aura.

La Luna, fijaros si tiene importancia que es la guía maestra de la autoridad interna, que no se puede llamar ya autoridad interna, del tipo reflector, porque la Luna, bueno, como el Reflector no tiene luz propia, no tiene luz propia, de modo que la única luz que puede provenir de la Luna no es otra que tomar conciencia de la sombra.

Y en la medida en que uno tiene conciencia de su sombra uno expresa su yo de otra manera, uno expresa su yo con la sabiduría necesaria allí donde uno fue vulnerable y vulnerado, pero sin culpa, desde la objetividad, desde la experiencia personal que es la base de la autoridad externa.

Y la autoridad externa no puede ser comunicada de ninguna otra forma más que a través de la mente, la razón, el lenguaje como medio para la expresión del espíritu individual, o si lo preferís de la percepción individual de cada ser humano, del espíritu humano, del mismo espíritu humano que late en todos nosotros, en realidad, el espíritu, manitou, que late en todo lo que está vivo.

La expresión de tu yo como una parte consciente de un todo a través del cual ese espíritu y ninguna otra cosa más que ese espíritu tuyo te liga, si no es a través de tu espíritu todo tu vínculo con la totalidad es un dogma, es un dogma, un atajo de supersticiones.

Trece veces al año la Luna completa ese ciclo, la Luna nos lleva a filtrar nuextra propia mente y filtrar nuestro propio ámbito de resonancia mental trece veces, es decir que el potencial de nuestra vanidad, el potencial de nuestro yo, de definirse en base a lo que imagina sin tener en cuenta la forma, las limitaciones de la forma y el absoluto de la forma, ohh, el efecto fascinador de la Luna sobre los seres humanos nos es conocido.

Pero poder usarlo como instrumento de medida de las cosas, bueno, para mi es algo que solo con el Diseño Humano fui capaz de comprender, comprender, de asombrarme, porque es una comprensión que no es concluyente, porque no es una comprensión que esté basada necesariamente en un propósito estratégico sino que va más allá, que sirve si bien no sirve para nada en un plano estratégico potencia enormemente la comprensión de mi propio ser y del propósito de ser a un nivel holístico.

(Extraído de: “El Programa no es tu vida” de Alokanand Díaz del Río)