Diseño Humano: El Programa no es tu vida:Del 15/9 al 20/9…El Sol en la puerta 6…

“El Programa no es tu vida”: reconociendo con el Diseño Humano las pautas colectivas que inhiben el desarrollo de tu Ser individual…

Siguiendo la estela de nuestro astro rey, el Sol,  desvelamos el significado de su tránsito a través de cada puerta/hexagrama, y cómo a través de la toma de conciencia de ello podemos observar hasta qué punto somos condicionados por ese programa por la fuerza condicionante de unas fuerzas mitológicas que siempre han controlado, condicionado e impuesto el desarrollo de la conciencia humana en base a estrategias homogéneas que aseguren la supervivencia como miembro de la especie.  

Del 15 al 20 de Septiembre el Sol en la puerta 6

Bueno, llegamos a la puerta 6, que es básicamente la que determina la orientación, el camino, el propósito de la fuerza, es evaluar la fertilidad del vínculo, es decir, vale la pena el otro por el otro, por ese otro específico afrontar la desarmonía, los conflictos, los propios y los ajenos, sobre todo los ajenos, porque los propios son inevitables.

En realidad es el otro alguien con quién uno va a poder gestionar sus propios conflictos de una manera fértil, de una manera fértil, o, es el otro alguien que si ocasionalmente no puedes ofrecer lo mejor de ti tampoco te lo tiene en cuenta, que no seas solo luz, que seas también humano, que seas también limitado, que no lo sepas todo, que seas alguien que a veces no sabe, que a veces está confundido, que a veces está tan perdido y desorientado como cualquiera.

Como alguien que palpita y percibe su humanidad sin estar ligada a ningún rol, a ningún rol más allá de la forma, más allá de la forma el espíritu acompaña a la forma o no, el espíritu, el yang/yang, si es para ser yo, si puedo ser yo con todos mis miedos y con toda mi confianza, con toda mi apertura y con toda mi limitación, ese es el potencial, que la fertilidad se manifieste tanto en la forma como en el espíritu.

El lado oscuro es la pareja, la pareja es una bolsa en la que dos individuos se sienten compelidos a desear siempre lo mismo, pensar siempre lo mismo, querer siempre lo mismo, un infierno, un infierno, es decir en el momento en el que no se produce esa sincronicidad parece que se rompa la armonía, que se rompa la bolsa y se crean dos realidades que no se conocen, que no saben comunicar, que no saben mantener el vínculo a través del alto y del bajo de la ola, que necesitan crear una realidad estanca, separada del flujo que inhibe la individualidad.

Ese es el programa, la pareja, la pareja, tomamos decisiones juntos, pensamos lo mismo acerca de, estamos de acuerdo en casi todo y si no lo discutimos hasta altas horas de la madrugada, intentando eliminar las diferencias, es el otro extremo, acentuarlas o intentar que desaparezcan, intentar crear un vínculo simbiótico, un vínculo en el que la individualidad es negada. Veis, la puerta 40, que es con la que empieza esta fuerza es una puerta de negación, negación, se niega lo individual, se exalta lo que somos juntos en el nombre de la familia, porque ese es el triángulo tribal de las bermudas emocionales, por así decirlo.

Aquí, esta puerta 6 forma parte de la llamada cruz del edén. la llamada cruz del edén, el primer nombre con el que yo escuché a Ra describir esta cruz es la cruz del sexo, porque también es cierto que el sexo es el atajo más corto al edén, aquí tenemos la cruz del edén, es una cruz que busca el paraíso perdido, busca la felicidad para dos, busca esa felicidad inocente donde hay una confianza absoluta, una paz, una paz que nunca dura, una paz que nunca dura porque está sometida a los vaivenes del imperativo genético de la líbido, de la sexualidad, y de todo lo que trae consigo en la sombra.

Pero ese es el gran hito de los vínculos y eso es también lo que da lugar a esa frase de Sartre que dice: “el otro es el infierno”, el otro es el infierno cuando buscas el paraíso en el otro, pero si buscaras el paraíso en ti, verías que también tú eres el infierno, lo eres de hecho para el otro, en definitiva que todos somos portadores de nuestro propio paraíso y nuestro propio infierno, es un estado emocional, y es un estado emocional que solo puede equilibrarse en soledad, solo cuando en soledad te sientes cómodo con los dos extremos de tu ola emocional puedes también gestionarla con claridad y con templanza con todos aquellos otros seres humanos con los que es posible establecer un vínculo fértil.

Y con fértil me refiero a un vínculo a partir del cual crece algo, crece en la forma, crece en el espíritu, crece en ambos flancos, eso es lo que es posible, o, lo contrario, que no crezca nada más que las barreras, las barreras, porque veis, estas son puertas diseñadas para penetrar, no para dejarse penetrar, entonces aquí, o el otro es receptivo a tu memoria emocional o no, o no, y si el otro no lo es, pues no lo es, pero no hay nada que tu puedas hacer por ampliar ese repertorio, por cambiarlo, por alterarlo, o por programarlo.

Lo único que puedes hacer es seguir el pulso de su fluctuación, someterte a su fluctuación porque no es algo que se someta a tu voluntad, no es algo que haya que ser sometido por la voluntad, de hecho es en la medida en que intentamos usar la voluntad para intentar demostrar nuestro valor negando nuestros conflictos nos convertimos en carne de psicólogo.

Estoy hablando en términos del no-ser, porque el no-ser sale a la calle como el que va al mercado a buscar la felicidad, particularmente en esta fase del ciclo anual, esta es la etapa del año donde más niños no deseados se conciben, es decir, la potencia hormonal de nuestro género exaltada al máximo, la conciencia emocional de los propios conflictos internos, puffhh, eso es lo que viene después, o muchas veces, mucho después, mucho, mucho, cuando uno ya satisfizo las demandas del imperativo genético.

Veis, esta imagen acaso resuma mejor que ninguna otra la dualidad de este periodo, es un periodo de tentación, la tentación de buscar en otros, no algo, si no todo, de lo que nos parece carecer, pero buscarlo en otros con un radar que nos dice que cualquier otro puede ser un candidato, cualquier otro.

Y lo único que aumentó es la ansiedad por forzar un acuerdo, un amor estereotipado que aguantará lo que aguantará, es la determinación de embarcarse a una aventura hacia lo desconocido, donde el conocimiento de las diferencias individuales puede potenciar el éxito de los vínculos como individuos.

Pero en la medida en que se trata de una empresa que no es entre dos individuos, por ejemplo los acuerdos de gobierno, los vínculos que están ligados a la procreación a partir de los cuales nace una familia, wowhh, a partir de ahí nace también, bueno, todo el karma de tener que procesar todo un pasado emocional que no tiene nada que ver con la individualidad de los interesados, el lado más fértil ligado también al lado más oscuro, al más doloroso por irreversible.

Aquí es donde no solo tenemos que asumir las consecuencias del sexo, sino cuando hablo de las consecuencias del sexo no me estoy refiriendo a las más luminosas, el placer que pueda surgir de las consecuencias del sexo, no, el lado oscuro, los momentos penosos, los sacrificios, la renuncia, y el tener que hacer todo eso con un sentimiento de amor y de propósito, o, de asco, de depresión, de frustración profunda, todo depende del espíritu con el que uno penetró en el momento de establecer el vínculo, porque es al inicio donde el espíritu es el correcto o es otro.

Bueno, en todo caso, ya sabéis, amar vuestros conflictos es un modo seguro de no cargar con los de otro, no permitir que se confundan con los de otro, amar tus conflictos es no tener necesidad de ocultarlos ante otros, y eso mismo es lo que invita al otro a exponer los suyos y a tomar conciencia de lo diferentes que son, y a partir de ahí, conscientes de esa diferencia, bueno, crecer juntos es posible, cada uno con los suyos.

El intercambio entre dos personas conscientes de sus conflictos, conscientes de su sombra, está más allá de lo fascinante, permite un intercambio maduro más fértil, donde la fertilidad no esta necesariamente ligada a la forma sino al espíritu y a todas sus funciones.

(Extraído de: “El Programa no es tu vida” de Alokanand Díaz del Río)

 

 

 

LOS 12 PERFILES La vestimenta de tu propósito

LOS 12 PERFILES La vestimenta de tu propósito.

El Perfil de tu Diseño Humano nos cuenta como interactuan tu consciente con tu inconsciente, creando una tensión dinámica entre los dos, lo cual vivido desde el condicionamiento de nuestra mente o no-ser se convierte en una fuente de conflicto permanente, sin embargo, accediendo al conocimiento que te da de ello el Diseño Humano, aprendiendo a vivirlo desde el alineamiento con tu Ser, se convierte en una fuente de gozo y realización permanente…