Aquí no hay Dios y no hay hijo y por tanto tampoco se requiere de ningún espíritu santo supongo, entonces que es esto?.., qué son estos custodios de la rueda?…, no tienen rostro, son invisibles, es debido a esta fuerza que todos los que creen en algún dios creen, porque hay algo oculto en el programa que al mismo tiempo parece ser lo más esencial.

Y lo más trascendente, para que a pesar de todos los pesares, a pesar de todas las miserias, a pesar de toda la distorsión del egoísmo humano la vida va adelante, los seres humanos siguen naciendo, los niños cuando nacen siguen siendo inocentes, ingenuos, en comparación con los adultos, cierto que los niños de ahora no son como los de antes.

Pero es que ahora nada es como antes, ni los adultos, así quiero advertiros contra caer en la idealización de estas fuerzas porque de una parte pareciera encarnar lo más puro y lo más abnegado del ser humano, pero al mismo tiempo lo más puro y lo más abnegado del ser humano es la sumisión al no-ser, el mundo que tenemos es el mundo del no-ser.

Entonces, que la rueda gire beneficia a la humanidad como especie, al individuo, bueno, le provee de una simple oportunidad, pero lo que quiero decir es que las personas que encarnan estas fuerzas y le dan expresión en su día a día, la mayor parte de ellas están inmersas en las dinámicas de su no-ser como las de cualquier otra divinidad.

Simplemente son expresión de lo que podría significar la puesta en práctica de los dogmas en los que creen con una fe ciega, porque cualquier otra alternativa es peor, es peor, y en ese sentido pueden ser, adoptar una apariencia de conmover debido a su abnegación a la cualidad humana que emana de ellos en el sentido de ser personas que realmente están ahí para otros.

Pienso por ejemplo en las personas que se van a África, personas que necesitan ensuciarse las manos porque el espíritu no puede ser una teoría para ellos, el espíritu es una manera de vivir, claro, si ese espíritu no es más que una serie de dogmas filosóficos, morales, o filosófico-morales, o no, es como siempre una cuestión de si las decisiones de vivir esta función suya es algo que está en manos de su mente racional, si lo hacen por razones.

O si simplemente hacen lo que hacen porque es lo correcto para ellos, porque de lo que se trata no es tanto del impacto que su acción pueda tener sobre la humanidad, sobre los demás, no, es una simple cuestión de regocijo interno en el vivir con espíritu, es una sumisión a la vida, es una forma de rendición al espíritu y al hecho de que las cosas son como son, no como uno quisiera, no como nadie quisiera.

Y que no hay error porque las cosas no son como ninguno de nosotros quisiera, que no hay equivocación en que la vida no sea funcional, en que ni siquiera el Diseño Humano te permita eliminar el sufrimiento, que la condición humana no es superable, y es muy probable que ninguna fuerza haya hecho tanto por contagiar a otros seres humanos el deseo de ser más que humanos, mejor que humanos, de estar por encima de lo humano que esta (Los Custodios de la Rueda), esta.

Veis, si creemos en cosas no es por la evidencia que tenemos de ellas, es por el modo en que esas cosas se hacen sentir, se dejan notar sin que las veamos, sin que podamos atribuir su culpa directamente a nadie, a nadie, está lo que ocurre aquí en el plano de la forma, y está lo que viene de una dimensión que nos es oculta.

Luego hay gente que se enparanoia con esto y piensa en las conspiraciones del gobierno, en las conspiraciones de templarios, en las conspiraciones planetarias, todo tipo de esoterismos, filosofías y todo tipo de dogmas acerca de la metafísica de las cosas.

Del 11 al 16 de Enero el Sol en la puerta 61  La Verdad Interior

La verdad, tu verdad interior no es más que el reconocimiento de tu propia metafísica como pasajero de tu forma, te despiertas y ahí está tu metafísica, yo pienso, y ver que no es nada del otro mundo, es muy de éste, y que no es nada divino, es muy humano pensar más que por uno mismo para uno mismo.

Pensar para tomar conciencia, no para solucionar problemas, y menos si son de índole material, menos si determinan algo en tu manera de vivir, tu manera de estar en la vida, tu manera de sostenerte a ti mismo desde dentro, ámate a ti mismo, ama lo que eres.

Bueno, malo, no tiene nada que ver con honesto, verdadero, en la relación que tienes contigo mismo, no en lo que pareces ser para otros, no en como otros piensan de ti, no en como otros valoran la importancia de tus acciones, sino en la realización interna en cuanto a tus acciones te acercan a tu ser, te acercan a tu verdad, no son un modo de hacerle apaños a tu verdad para poder atender las demandas de tus apegos mentales.

Y ese es un trabajo interior, es un trabajo interior, la verdad es algo que nos debemos a nosotros mismos, no es un imperativo moral, no hay una verdad genérica, eso es lo que más me gusta de ver el programa, el Diseño Humano, que deja a cada uno con su verdad, si te interesa, bien, si no te interesa, asunto tuyo. asunto tuyo.

Pero la corrección, el sentido de la corrección es algo ya entre tú y tú. entre tú y tú, no tiene nada que ver con lo que diga ninguna fuente de autoridad externa, ninguna, y por lo tanto tampoco hay nada que demostrar, nada que cambiar, nada que hacer, nada que puedas realmente hacer por el espíritu de otros, excepto representar el tuyo de la manera que es correcto para ti.

De no dejarte tentar por la diferencia que puedas marcar en el espíritu de otro porque no es más que una distracción del tuyo, del tuyo, o, simplemente ese adormecimiento del espíritu que crea el programa en aquellos seres humanos que necesitan creer en la virtud y llevarla a la práctica, pero veis, luego están siempre pendientes de si los demás se dieron cuenta, si los demás lo reconocen, si los demás están de acuerdo, si los demás realmente cambian a partir de lo que ellos hacen.

Es decir, no lo están haciendo por sí mismos, no lo están haciendo porque es lo natural y lo correcto para ellos, lo están haciendo porque creen que algo de ellos es mejor que otra cosa de ellos, y bueno, la relación con uno mismo a través del propio espíritu tiene muchas capas, tiene muchas capas, y aquí tenemos una de las más engañosas.

En el sentido de que aquí en el nombre de ayudar a los demás, de beneficiar a los demás, es donde fácilmente pasamos a escondernos de nosotros mismos, es decir, donde empezamos a acumular en la sombra cuestiones pendientes con nosotros mismos, que, bueno, nos esperan, nos esperan al año siguiente..

Entonces, para mí esta es una época de introspección a un nivel de tener toda la atención, toda la atención puesta en la relación que tienes contigo mismo, y nada que ver con desear lo mejor para otros, porque que sabes tú de lo que es mejor para otros, si miráis lo que son esta suma de fuerzas: el propósito primario de la transformación según los custodios de la rueda es potenciar el conocimiento de los límites y desear siempre lo mejor para todos.

Eso es lo que digamos diríamos que es una buena persona, una persona íntegra, una persona espiritual, pero al final no deja de ser otra utopía, otra manera de sublimarnos como criaturas y de querer convencernos a nosotros mismos que nuestra parte luminosa debiera de ser más fuerte que la parte oscura.

Que nuestro espíritu debiera de ser más valioso que nuestra forma, es decir, creando, manteniendo de alguna manera la división, viéndolo como si fueran dos cosas diferentes, son lo mismo, todos los días, mi espíritu y mi forma, son lo mismo. La mente no es más que un medio a través del que mi personalidad se apercibe de ello, hoy me siento así, ah.., mira tú.

Este es un momento del programa en el que, veis, esta presión no apunta al bazo, no tiene nada que ver con el ahora, no tiene nada que ver con hacer algo para que ocurra otra cosa, tiene que ver con tener conciencia clara de porque te importa a tí, porque piensas siquiera en ello.

Es decir, es un momento en que revisar si ser correcto en relación a ti mismo es realmente tu prioridad más importante, y si no lo es..porqué?…, porque?.., sigue habiendo algo que te importe más que la relación que tienes contigo mismo y que lo que ofreces como verdad a otros, representas como verdad ante otros, sea algo en lo que a ti respecta que está lleno de sustancia y no es algo teórico.